Resumen
Introducción:

La cirugía cardiaca video asistida es siempre un reto para el anestesiólogo, ya que incluye elementos propios de ella como la fisiología de la postura, las complicaciones de la posición, el uso de drogas de corta duración. Conlleva además el colapso de uno de los pulmones del paciente, mantener una hematosis eficiente con el pulmón contralateral y el uso del tubo de doble luz, en un paciente que presenta una cardiopatía subyacente que se adiciona al cuadro, arritmias, isquemia miocárdica y dilatación de cavidades, FEVI casi incompatibles con la vida y otros elementos que requieren una estrategia muy particular de ventilación y apoyo inotrópico y vasoactivo para evitar la desaturación y el colapso hemodinámico.

Material y método:

Se presentan los 39 casos realizados hasta el momento en el CIMEQ. Incluimos seis Revascularizaciones miocárdicas, seis Sustituciones de válvula mitral y dos Sustituciones de válvula aórtica, entre otros procedimientos (Resincronizaciones miocárdicas, divertículos pericárdicos, ventanas pericárdicas y safenectomías video asistidas).

Resultados:

La estadía post operatoria en terapia fue de 20 horas, en sala de siete días. No se presentaron dehiscencias esternales, mediastinitis, bajo gasto, arritmias o muerte. El dolor post operatorio se trató con analgésicos convencionales.

Conclusiones:

La cirugía cardiaca video asistida brinda al paciente innumerables ventajas. Pero exponer a un paciente cardiovascular a los riesgos de estas nuevas técnicas quirúrgicas implica una gran responsabilidad para el anestesiólogo, y sólo es posible gracias al diseño de nuevas técnicas anestésicas, ventilatorias, farmacológicas y de monitorización.