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RESUMEN
Introducción: El intervencionismo en la cardiología tiene una doble finalidad: diagnóstica y terapéutica. La conducción anestésica fuera del quirófano, en la sala de hemodinámia, es un reto para el anestesiólogo debido a la complejidad de los procedimientos que en ella se realizan (angiografía coronaria, cateterismo cardíaco, angioplastia más endoprótesis, valvuloplastias, cierre de defectos septales, estudios electrofisiológicos, entre otros), unido a las enfermedades asociadas y a los múltiples factores de riesgos que pueden tener los enfermos. Objetivo: Brindar información acerca de los principales aspectos a tener en cuenta, desde el punto de vista anestesiológico, en los laboratorios de cardiología intervencionista. Desarrollo: Como anestesiólogos tenemos la obligación de proveer condiciones de seguridad a nuestros pacientes y para lograrlo debemos transitar por los siguientes principios básicos: evaluación del área física, magnitud del procedimiento a realizar, evaluación del enfermo, previa al proceder indicado, selección del método anestésico, prever posibles complicaciones y la recuperación post anestésica. Conclusiones: Es de suma importancia que el anestesiólogo tenga seguridad y experiencia para atender pacientes en estas condiciones, además de un amplio criterio para, en caso necesario, interrumpir un proceder que ponga en peligro la vida del enfermo o tratar una complicación. La evaluación exhaustiva, la monitorización adecuada y una técnica anestésica óptima, por un médico experimentado, son más importantes que el agente específico seleccionado. El diálogo abierto e interrelación entre anestesiólogos, cardiólogos y enfermeros es de vital importancia para poder ofrecer un servicio de alta calidad y sin riesgos.
Palabras claves: Cardiología intervencionista, anestesia fuera del quirófano.